Durante mucho tiempo, los aficionados y los habituales debatieron si el poker era un juego o un deporte, y no hubo acuerdo. La semana pasada, la Asociación Internacional de Deportes Mentales (IMSA, por sus siglas en inglés) celebró una reunión en la que se votó si el poker debería sumarse al ajedrez, al bridge y a otros deportes mentales. La votación terminó a favor y el poker pasó a ser el mental, ya que requiere habilidad, estrategia y concentración.
“Hoy hemos logrado algo que no tiene precedentes y es definitivo. Nuestra misión ahora es construir las bases que ya tienen todos los deportes importantes: regulaciones estandarizadas, caminos profesionales, protección de los jugadores y competiciones internacionales. La Federación Mundial de Póker se construyó con la convicción de que, al unir fuerzas, podemos amplificar nuestro impacto y proteger el juego que amamos”, afirmó el presidente de la WPF (Federación Mundial de Póker), Igor Trafane.
¿Qué va a cambiar esto?
Los jugadores de poker tendrán más credibilidad y serán presentados como deportistas, no como jugadores. Países como Colombia cambiarán su perspectiva sobre el poker y comenzarán a invertir en el juego y a hacerlo crecer. Toda la industria estará más estructurada y en vías de crecimiento.
Esto también atraerá más patrocinadores y medios de comunicación tradicionales al póquer, haciendo crecer aún más el deporte y haciéndolo más transparente.
La Federación Mundial de Poker también publicó en su cuenta X: “El póker ha sido reconocido oficialmente y para siempre como un deporte mental por la Asociación Internacional de Deportes Mentales (IMSA). Este hito marca una nueva era para el juego que todos amamos”.